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Términos relacionados con la sexualidad


 

 

 

TÉRMINOS RELACIONADOS CON LA SEXUALIDAD
1.-AMOR, AFECTO, SEXUALIDAD, SENSUALIDAD...

Las personas somos lo que pensamos, lo que sentimos y lo que hacemos.

Así, todos tenemos nuestra idea de lo que es el amor, el afecto, la sexualidad, la sensualidad,...

Pretender dar una definición que creamos y nos sirva a todos no es nuestra intención.

Visto de una manera gráfica, las personas somos:

lo que pensamos

lo que sentimos

lo que hacemos

Aunque aquí las hemos puesto separadamente para verlo gráficamente, las tres dimensiones las integramos a gran velocidad, e incluso a veces no nos damos cuenta de alguna. Así, decimos: "es que hay que pensar las cosas antes de hacerlas", y lo cierto es que lo hemos pensado; muchas veces sólo nos damos cuenta de lo que hacemos, pero para hacer hay que pensar y sentir.

Todos tenemos nuestras ideas (lo que creemos) de lo que es el amor, el afecto, la sensualidad y la sexualidad. Según esas ideas, sentimos y nos comportamos.

Quizás, la idea esencial es: si lo que creo me hace sentir bien a mí y a las personas con las que estoy, lo hago; si lo que creo me hace sentir mal, cambio la idea, la creencia por otra con la que me siento bien.

Lo que creo: la sexualidad se aprende sola.
Lo que siento: me siento ignorante, hay cosas que no sé por qué pasan.
Nueva creencia: me gusta aprender y estudiar sobre la sexualidad.
Lo que hago: compro libros y material sobre la sexualidad, converso, aprendo.

Lo que creo: sólo hay un verdadero amor.
Lo que siento: ¿sólo uno? Yo he querido y quiero a distintas personas. Siento confusión y malestar.
Nueva creencia: cada amor es verdadero porque así lo siento yo, me gusta sentir y dar amor en cada momento de mi vida.
Lo que hago: me siento a gusto al volverme a enamorar.

Y así con todas las ideas que se te ocurran: sobre el amor, la pareja, las matemáticas, tu jefe, tus orejas, tus gafas, tus padres, la familia, el futuro, el pasado, etc.

La manera en que llamamos a las cosas y las palabras que utilizamos para hablar es importante (no nos sentimos igual cuando nos dicen "eres genial", que cuando nos dicen "eres imbécil"). Por eso, hemos recogido de un diccionario las definiciones de las palabras de este apartado:

Amor: Sentimiento que mueve a desear que la realidad amada, otra persona, un grupo humano o alguna cosa, alcance lo que se juzga su bien, a procurar que ese deseo se cumpla y a gozar como bien propio el hecho de saberlo cumplido. 2. Atracción sexual. 3. Apetito sexual de los animales. 4. Blandura, suavidad. 5. Persona amada, invocada o llamada por quien la ama.

Afecto: Cualquiera de las pasiones del ánimo, como ira, amor, odio, etc. Tómase más particularmente por amor o cariño.

Sensual: Perteneciente a las sensaciones de los sentidos. 2 Aplícase a los gustos y deleites de los sentidos, a las cosas que los incitan o satisfacen y a las personas aficionadas a ellos. 3 Perteneciente o relativo al deseo sexual.

Sexualidad: Conjunto de características anatómicas y fisiológicas de cada sexo. 2. Conjunto de comportamientos, actos, manifestaciones, etc., relacionados con la atracción entre los sexos, con la reproducción y con el placer obtenido a través de los órganos genitales y otras zonas del cuerpo.

Es nuestra intención (amorosa, afectiva, sensual o sexual) la que expresamos en nuestras relaciones interpersonales, que se materializa en la comunicación y el contacto físico, con todos los niveles y grados de acercamiento que elegimos. Y la intención la tenemos desde el primer momento que conocemos a esa persona o la sentimos después. Esa es nuestra experiencia, que no está escrita en ningún sitio.


El aprendizaje que influye significativamente en lo que pensamos, hacemos y sentimos, es el que incorporamos por nosotros mismos.

Con nuestra experiencia directa y nuestra disposición abierta al cambio aprendemos diferentes posibilidades para responder y entender nuestras emociones. Nuestras experiencias son más ricas cuantas más alternativas de respuesta tenemos.


Amor, afecto, sexualidad, sensualidad: son todas las cosas de la vida cotidiana con las que nos sentimos a gusto y responsables: nuestros pensamientos, nuestras emociones, creencias, sentimientos, nuestra conducta y contactos (amorosos, afectivos, sensuales y sexuales).

La persona que realiza un cambio en tu vida eres TÚ

La capacidad de amar la aprendemos desde la infancia. Aprender a confiar en nosotros y en los demás, sentir seguridad en nosotros y en otras personas, respetar el criterio de otras personas y asumir una responsabilidad positiva son características que usamos en la vida cotidiana y en el amor afectivo-erótico.

Generalmente, cuando comprendemos y nos damos cuenta de nuestra sensualidad, la vamos mejorando.

El pensamiento, el tacto y la visión son los principales sentidos que sentimos placenteramente en nuestra relación amorosa (pensamos, tocamos, vemos, olemos, gustamos, oímos,...)

¿Sexo con o sin amor? Cualquier opinión es válida, porque como vimos al principio las posibles combinaciones y proporciones de ambas emociones conviven en la vida cotidiana. Cada persona puede elegir en las distintas situaciones de su vida.

En la sexualidad, como en otras muchas cosas, lo que en ella se busca es lo que en ella se encuentra.

Cuando las personas aprendemos cómo somos y cómo vamos cambiando, podemos tener más confianza y más seguridad en lo que creemos y vivimos. En relación con la sexualidad, convertirnos en buenos amantes (amarnos a nosotros mismos) requiere algo más que conocer la anatomía y la respuesta sexual. Puede implicar la capacidad de sentirnos cómodos con nosotros mismos y con otra persona, y también abrirnos a otras ideas y creencias.

Los primeros 4 minutos entre dos personas son importantísimos. Es este breve tiempo procesamos el aspecto, el cuerpo, la edad y, por supuesto, el atractivo de otra persona. La postura y su expresión facial dan una indicación de su humor y personalidad. Y así nos formamos una imagen de esa persona (en el amor, sobre un nuevo amigo, un compañero de trabajo, el cajero del supermercado, sobre una profesora, etc.).

Nuestro cuerpo cambia desde el momento en que nacemos y sigue cambiando durante toda la vida. Cambia porque todo lo que está vivo crece y cambia.

Podemos aprender y reaprender el concepto de salud, de placer, de amor, de erotismo, etc., desde nuestra propia experiencia, nuestra familia, la formación en los colegios, el contacto con nuestros amigos y amigas, y cada momento es bueno para hacerlo.


TÉRMINOS RELACIONADOS CON LA SEXUALIDAD.

2.-LOS ÓRGANOS SEXUALES FEMENINOS Y MASCULINOS


EN LA MUJER

Externos:
Vulva: Clítoris, orificio de la uretra, orificio de la vagina, labios mayores y labios menores.

Internos:
Vagina, útero, ovarios y Trompas de Falopio

EN EL HOMBRE

Externos:
Pene (glande, frenillo, prepucio), escroto.

Internos:
Testículos, epidídimos, vesículas seminales, próstata y uretra
Órganos femeninos:

Vulva: toda la zona de piel situada entre las piernas (del latín volva que significa cubrir). Cubre el clítoris, el orificio de la vagina, el orificio de la uretra y los labios vaginales.

Clítoris: órgano de 2 a 3 centímetros de longitud, está repleto de terminaciones nerviosas sensibles al placer. Situado entre los labios menores, su parte visible es el glande. Está protegido por un capuchón. Internamente posee dos estructuras eréctiles (cuerpos cavernosos) que alcanzan una longitud de nueve o diez centímetros. Durante la relación sexual estas bolsas presionan la vagina, lo que aumenta la sensibilidad.

Labios vaginales: Menores: dos pliegues carnosos externos formados por piel y tejido adiposo. No están cubiertos por vello púbico. En estado de excitación, se hinchan y dejan entreabierto el orificio vaginal, funcionan como un embudo que dirige al pene, -como un conducto que lo recubre-. Mayores: dos pliegues carnosos externos formados por piel y tejido adiposo. Parcialmente cubiertos de vello púbico. Durante la excitación, aumentan de volumen y se enrojecen. Son asiento de la zona que segrega el líquido vaginal que lubrifica.

Ovarios: Órgano doble de 3 a 5 cm de longitud. Situado a ambos lados del útero. Tienen dos funciones: producir óvulos y hormonas sexuales. Al inicio de la edad fértil hay unos 600.000 óvulos inmaduros, y unos 400 llegarán a ser maduros. Estos huevos se desarrollan en sacos especiales: los folículos. En cada ciclo menstrual sólo un óvulo se desprende de su folículo. Los óvulos también producen estrógenos, responsables del desarrollo sexual femenino, y progesterona, que provoca la dilatación del útero para recibir al óvulo si es fertilizado.

Trompas de Falopio: dos trompas situadas a ambos lados del extremo superior del útero, con una longitud media de 10 cm. Es un órgano de paso del espermatozoide, del óvulo y del huevo

Útero: el útero o matriz es un órgano muscular, situado en encima y detrás de la vejiga. Mide unos 9 cm de altura, por 3 cm de ancho. Se puede dividir en dos porciones, una superior, llamada cuerpo uterino -situada en el abdomen- y otra inferior, que limita con el fondo de la vagina, el cuello. En el ciclo menstrual, aumenta el grosor del revestimiento del útero (el endometrio) para recibir y alimentar un óvulo fertilizado. En caso contrario, el revestimiento se rompe y se desprende durante la menstruación.

Vagina: es un conducto músculo-membranoso que se extiende desde el útero hasta la vulva, de unos 12-16 cm de longitud y unos 3 cm de anchura, que normalmente está plegado. Está formada por diversas capas de tejidos (una mucosa dura y resistentes, una capa con numerosos vasos sanguíneos y una capa envolvente músculo-membranosa).

Órganos masculinos:

Pene: consta de tejido eréctil y fibroso con muchas terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos, rodeado de piel. Formado por dos cuerpos cavernosos y uno esponjoso. La cabeza del pene se llama glande, la abertura externa de la uretra, por la que se eyacula el semen, es el centro del glande; en estado flácido está cubierta por el prepucio. Durante la erección, el prepucio se pliega para dar salida al glande, éste contiene numerosas terminaciones nerviosas y junto con el frenillo son muy sensibles a los estímulos sexuales.

Testículos: tienen una configuración ovoide y miden unos 4 cm de longitud por 2,5 de diámetro. Cada uno está suspendido de una estructura gruesa y fibrosa llamada cordón espermático. Están compuestos por dos tipos de células: uno fabrica el esperma y el otro produce testosterona. Cada testículo contiene una red de tubos enrollados (túbulos seminíferos) en los que se desarrollan las células del esperma. Después el esperma se introduce en el epidídimo, donde queda almacenado hasta madurar.

Escroto: es la bolsa que contiene y protege los testículos, y cuelga exteriormente debajo del hueso púbico y detrás del pene. Está formado por una capa de músculo contráctil, está dividido en dos compartimentos que contienen un testículo cada uno. La temperatura escrotal es inferior a la corporal en 2-3 º C, si la temperatura externa es demasiado fría, el escroto se aproxima más al cuerpo y lo aparta cuando la temperatura es cálida.

Conductos deferentes: canales en forma de tubo que transportan los espermatozoides desde los testículos hasta el pene (desde el epidídimo hacia la uretra prostática), su longitud es de unos 50 cm.

Vesículas seminales: situadas en la parte posterior de la vejiga, delante del recto. A ellas llega el cordón espermático, que transporta los espermatozoides desde el testículo. Segregan líquido seminal, indispensable para mantener vivos los espermatozoides y que constituye las tres cuartas partes del semen eyaculado.

Próstata: glándula que se encuentra por debajo de la vejiga urinaria; es un órgano glandular y muscular; produce un líquido que, al mezclarse con el de las vesículas seminales, forma el líquido seminal.

Uretra: el último tramo del conducto urinario. Arranca de la vejiga y termina en el meato uretral, por el que sale la orina. Tiene unos 12 cm de largo y coincide con la vía de salida del semen (un sistema de válvulas impide que en este canal haya al mismo tiempo orina y semen).

3.-OTROS TÉRMINOS:

Himen: membrana que cubre parcialmente la entrada de la vagina, y que protege de las infecciones vaginales durante la infancia. La membrana está parcialmente abierta para permitir la salida del flujo durante la regla.

Prepucio: tejido epitelial elástico que cubre el pene. En la parte que cubre el glande es móvil y se llama prepucio; está sujeto al glande por un ligamento fino que se llama frenillo.

Glándula de Cowper: formaciones que están al lado de la uretra y que emiten una pequeña cantidad de líquido para lubrificar la uretra durante la excitación sexual.

Epidídimo: recoge en su parte superior el contenido del testículo y lo transporta hacia el exterior; tiene una longitud de 6 a 7 metros con un calibre de 0,5 mm: En este conducto con numerosísimas cicunvalaciones, permanecen los espermios varias semanas.

Circuncisión: operación quirúrgica en la que se extirpa el prepucio, el trozo de piel que rodea el glande. Es necesaria cuando se diagnostica fimosis (que la abertura del prepucio es demasiado estrecha para dejar paso al glande). Sexualmente no influye ni en la sensibilidad ni en la excitabilidad del hombre.

Músculo pubococcígeo (PC): discurre desde el hueso del pubis en la parte anterior hasta el coxis, sostiene el ano y los órganos internos adyacentes e impide que se aflojen. Para entendernos, está en la entrada de la vagina de las mujeres y en la base del pene en los hombres. Tomando conciencia de él (al orinar paramos el chorro y nos damos cuenta del músculo) se puede ejercitar diariamente y fortalecer. Así mejoramos el tono muscular pélvico y nos sirve positivamente tanto a hombres como mujeres. Por ejemplo, en las mujeres es habitual la primera vez que se utiliza un tampón tener dificultades por no tener conciencia de esta musculatura, y posiblemente algunas molestias en la penetración disminuyen al aprender a contraer y relajar este músculo voluntariamente.


El contacto físico lo realizamos a través de la piel; la piel humana, todo el cuerpo es un inmenso órgano sensorial (¡las famosas zonas erógenas!), tenemos más de 80.000 nervios ultrasensibles y 650.000 algo menos perceptibles que conectan con las capas internas de la piel. La cara interna de la piel contiene unos conglomerados celulares: los corpúsculos de Kraiser-Fingerm que son sensibles al placer y al dolor.

Hormonas: sustancias químicas producidas y secretadas por las glándulas endocrinas que afectan a determinados órganos, enlenteciendo o acelerando sus procesos bioquímicos.

Las hormonas más implicadas directamente en la sexualidad son: la testosterona, los estrógenos y la progesterona. En realidad, estas hormonas se encuentran en los dos sexos, con distintos niveles de concentración (en el hombre hay mayor nivel de testosterona y en la mujer mayores niveles de estrógenos y progesterona). En la misma persona, también varía el nivel hormonal en distintos momentos.

El hipotálamo: situado en la base del cerebro, regula necesidades como el hambre y la sed, y es el responsable de la producción de hormonas sexuales. Recibe, a través de sus conexiones con la corteza cerebral, las sensaciones internas, pensamientos o sentimientos y las sensaciones que proceden del oído, de la vista, del tacto, del olfato,... Por otro lado, recibe información de los niveles de hormonas en el organismo y manda señales para que se incremente o disminuya la secreción de las mismas.

Testosterona: es la hormona masculina que se produce sobre todo en los testículos. A partir de la pubertad se incrementa su producción. Relacionada con el deseo sexual y con el desarrollo de los caracteres sexuales (vello, cambios en la voz, en la estructura muscular, ósea, tejido graso y desarrollo de los genitales)

Estrógenos: hormona femenina. A partir de la pubertad se incrementa su producción. Relacionada con el deseo sexual y el desarrollo de los caracteres sexuales (vello en pubis y axilas, desarrollo del pecho y de los órganos sexuales, distribución del tejido graso). Su secreción aumenta durante la ovulación. Progesterona: hormona protectora de la gestación en la mujer.


4.- ESTEREOTIPOS Y ROLES SEXUALES. EL LENGUAJE.



Los estereotipos son modelos que nos permiten simplificar el mundo. Seleccionan algunos rasgos que nos permiten identificar, juzgar y a veces condenar a un grupo: los andaluces son graciosos y gandules, las mujeres muy guapas son muy tontas, los hombres con un buen coche se lo tienen creído, la gente gorda es simpática, etc.

Como podemos ver, los estereotipos son ideas muy simples que se repiten sobre las características del grupo social, y exponen los prejuicios que modelan y limitan la percepción de la realidad. Estas ideas tan simplistas son falsas; cada persona percibe su realidad, ante un mismo acontecimiento las personas reaccionamos de distinta forma.

El origen de las diferencias entre hombres y mujeres responde más a dichos y estereotipos culturales. Quizás las diferencias más significativas tienen que ver con el tamaño y la musculatura.

Ahora, vamos a aclararnos con algunos términos:

Sexo: es una categoría biológica. Según las diferencias fisiológicas y morfológicas se caracteriza a los seres humanos como machos y hembras.

Género: es una construcción sociocultural; define las características emocionales e intelectuales. Los comportamientos y los roles femeninos y masculinos que cada sociedad asigna a mujeres y hombres.

Roles de género: son los atributos y comportamientos esperados de las personas en razón del sexo al que pertenecen.

Estereotipos de género: son el conjunto de creencias estructuradas sobre los atributos "naturales" de mujeres y hombres. Cada sociedad establece sus patrones masculinos y femeninos como normas culturales.

El análisis de género nos ayuda a clarificar los sesgos, las implicaciones y consecuencias que tiene en nuestra vida cotidiana y personal.

Heterosexual: persona con interés y/o relación sexual con personas de distinto sexo.

Homosexual: persona con interés y/o relación sexual con personas del mismo sexo.

Los estereotipos sobre lo que es propio de un hombre o de una mujer que están muy arraigados suscitan fuertes reacciones emocionales. Los estereotipos son demasiado sencillos y simplistas, parece que definen metas y expectativas para ambos sexos y en muchos casos molestan más que benefician.

En la mayoría de ocasiones, es el lenguaje el que transmite los estereotipos y roles de género.

Los padres, la familia, el colegio, los juguetes, los libros, las películas, los medios de comunicación, etc., van transmitiendo estereotipos y etiquetas. Y aunque las etiquetas están ahí, afortunadamente, cada persona piensa y elige lo que le interesa ser en cada momento de su vida.

Un estereotipo deja de serlo cuando cada uno de nosotros nos preguntamos: ¿y por qué no?, ¿Y por qué sí?, ¿Para mí es verdad?, ¿Me conviene a mí?, ¿Me interesa creerlo? :

Eso no es femenino
No es un trabajo para mujeres
Los hombres no lloran
Todas las mujeres son iguales
Ese trabajo no es para un hombre
Yo no me hago la cama
Que compre los preservativos... él... ella
La sexualidad se aprende sola
Siempre ha sido así
Todos los hombres van a lo mismo
Las mujeres son así
Los hombres siempre llevan la iniciativa
Etc.

Ser persona significa también responsabilizarse del propio placer y no esperar a que otros te digan cómo y con qué debes vivir.

El lenguaje juega un papel importante, y especialmente el lenguaje interno que cada uno utiliza cuando pensamos y hablamos con nosotros mismos. Cuando ampliamos el abanico de cualidades que elegimos tener y pensamos positivamente, eliminamos un montón de estereotipos que no van con nosotros y somos mejores personas, hombres y mujeres.

La persona inteligente busca la experiencia que desea realizar, y aprende a sacar provecho de las ideas y creencias que tiene.

La cultura y el tipo de educación que recibimos influye en nuestra percepción de:

La belleza.
El cuerpo.
El afecto.
La identidad sexual.
El significado que tiene cada conducta sexual.

Ahora bien, como la percepción es nuestra, nosotros somos responsables de:

Nuestros pensamientos - positivos y negativos -.
Nuestros impulsos - racionales e irracionales -.
Nuestras emociones - positivas y negativas -.
Nuestros deseos - los que tenemos claros y los confusos -.
Nuestra capacidad de responder y de recibir una relación sexual.
Nuestra satisfacción o insatisfacción con esa relación.



Texto elaborado por la Asesoría Psicosocial del Centro Informajoven

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